Democracia venezolana

Nuestros hermanos venezolanos tienen una cita con la historia este 15 de febrero de 2009. Acudirán a ella, de la mano de la democracia. Están convocados para votar una propuesta de enmienda de los artículos 160, 162, 174, 192 y 230 de su Constitución, la cual permitiría la postulación continua de todos los cargos de elección popular.

En pocas palabras, se trata de aceptar o rechazar la proposición de Hugo Chávez, que le permitiría reelegirse una y otra vez, como Presidente de Venezuela, sin límite de tiempo.

Para los demócratas latinoamericanos es importante seguir la historia reciente de Venezuela. El país que transitó del modelo a seguir a la situación a evitar. Las instituciones democráticas que resultaban ejemplares se dejaron dominar por la corrupción y el apetito insano de poder por el poder.

La mayoría de los políticos se volvieron irresponsables, desvergonzados e ineficientes. También contribuyeron al deterioro los empresarios, los sindicatos y los medios de comunicación. Los líderes sociales dejaron que las cosas pasaran.

Ante el desgaste de las instituciones democráticas, nació y creció un legítimo respaldo a las promesas de Chávez, un frustrado golpista que supo vender ilusiones, pero que con el pasar del día a día, ha venido desencantando a los venezolanos.

El 6 de diciembre de 1998 fue la primera elección de Chávez. Luego, logra la modificación de la Constitución, para elegirse nuevamente el 30 de julio de 2000 con la posibilidad de una reelección por 6 años más, misma que logra en diciembre de 2006. Se supone que ese sería su último periodo, pero el señor quiere ser ratificado en el poder. Para que una nueva reelección sea legal, tiene que cambiarse nuevamente la Constitución y eso es lo que está intentando de nueva cuenta el Comandante.

Ya el 2 de diciembre de 2007 el pueblo venezolano dijo NO a la pretensión de su Presidente de obtener un poder absoluto y vitalicio. Como don Hugo no entendió la respuesta, se hará el cuestionamiento otra vez. Para ello, el 14 de enero de 2009 fue aprobada por la Asamblea Nacional la propuesta de enmienda, misma que se llevó al Consejo Nacional Electoral para que este emitiera la pregunta que los venezolanos habrán de contestar el 15 de febrero con un NO o un SI.

En Venezuela, a pesar de todo, la democracia sigue viva. Serán los demócratas anónimos que acuden a depositar su voto libre y secreto, junto con los demócratas conocidos, que aparecen con su nombre y apellido en las “listas” que Chávez utiliza como instrumento de intimidación, los que habrán de definir el camino para su Nación.

Los jóvenes y los movimientos de estudiantes universitarios han renovado la confianza en la democracia. Se han dado cuenta del poder del voto y han sido capaces de transmitir ese entusiasmo a sus mayores. Ahora, todos juntos tendrán que edificar una nueva transición en la que se transformen otra vez las instituciones. Deberán aprender a dominar las tentaciones del poder insano y trabajar para construir mejores condiciones de vida para todos los venezolanos.

Va nuestro apoyo para los nuevos demócratas. Nosotros tampoco queremos que se siga utilizando el dinero de los venezolanos para financiar guerrillas que siembran odio y muerte entre los pueblos latinoamericanos.