Maquío: ¿Por qué la democracia?


El primero de octubre de mil novecientos ochenta y nueve falleció Manuel J. Clouthier del Rincón, nuestro admirado Maquío, uno de los pilares en la construcción de la estructura democrática en México.

No obstante que es identificado como “sembrador de la democracia” por la semilla que supo plantar, quizá sea más importante su labor de cultivo, puesto que realizó, sin escatimar esfuerzos y sacrificios, las labores necesarias para que también fructificara el germen dejado por otros. Al fin y al cabo, buen agricultor.

Como homenaje a Manuel Clouthier, transcribimos el discurso que pronunció el veinticinco de febrero de mil novecientos ochenta y ocho, durante su campaña por la Presidencia de México, en el Centro Cívico de Ciudad Satélite en el Estado de México.

Le dejamos la palabra a Maquío:

Hace algunos años los enemigos de Acción Nacional llamaron a los panistas “místicos de la democracia”, pretendían con ello ridiculizar el énfasis que en nuestra doctrina y programa ponemos en la necesidad de que la estructura del poder en México se sustente en el sufragio efectivo.

Hace unos días un influyente hombre de negocios, que tiene el poder suficiente para entrar subrepticiamente, sin tocar la puerta a nuestras casas, que nos disputa la tarea educativa de nuestros hijos, que irrumpe en la privacidad de nuestras alcobas e induce nuestros hábitos de consumo, dijo que su empresa televisiva era del PRI y que yo, como empresario debía regresarme a dirigir mis negocios y dejar la política.

Tanto los críticos de antaño como los opinantes de hogaño, no comprenden el ser y quehacer de la lucha política por la democratización del país.

¿Por qué la democracia?

Permítanme apuntar dos razones:

I.- Superioridad moral.

Es muy conocida la frase de Winston Churchill que identificó al sistema democrático como el peor con excepción de todos los demás.

Esta afirmación ingeniosa no es sino el reconocimiento de la superioridad moral del régimen democrático como forma de gobierno.

Esta preminencia se finca en el reconocimiento de que si bien, como toda obra humana, la democracia tiene imperfecciones, es le instrumento más acabado para la vigencia y ejercicio de los derechos humanos y la orientación de la actividad política al servicio del bien común.

De aquí se desprende la segunda razón.

II.- Proporciona dignidad a la autoridad.

Dice Enrique Krauze en ya célebre ensayo “por una democracia sin adjetivos” que la función de la democracia no es producir divisas, sino dignidad.

En efecto, sólo es digno el poder que procede de la soberanía popular, a través de un proceso electoral limpio y justo. Sólo es digna la autoridad respaldada en un consenso ciudadano amplio y respetuoso de la pluralidad.

Si la autoridad es digna será respetada y depositaria de la confianza de los gobernados.

Y si hay respeto y confianza entre el que dirige y manda y sus subordinados, hay inversión, trabajo productivo y desarrollo social.

Cuando la autoridad no es digna, el poder se ejerce mediante corrupción, miedo y represión. Obviamente, en estas condiciones el progreso se dificulta.

Apoyados en estas razones, los hombres de Acción Nacional estamos dando una nueva batalla por la democratización del país, sabedores de que la reconstrucción del país ha de comenzar por darnos un régimen con categoría moral y autoridades políticas dignas.

Este es el sentido de esta batalla en 1988. Los mexicanos estamos obligados en este proceso político a conquistar la democracia, porque sin ella la nación pondrá en riesgo su viabilidad.

Son tan grandes y graves los retos demográficos, económicos, sociales y culturales de nuestra nación que sólo una autoridad digna, producto de la democracia, podrá conducir al país hacia su solución satisfactoria.

Sin democracia el futuro del país es incierto.

Pero esta conquista de la democracia no es sólo tarea de los partidos y los candidatos, es ante todo, deber de los ciudadanos.

A ello vengo a invitarlos. No pido sólo su voto, pido algo más, trabajo y organización, para que el próximo 6 de julio al conquistar la democracia salvemos al futuro.


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