La construcción de una sociedad diferente

Hay quienes consideran que no puede cambiar una sociedad si se encuentra secuestrada por una misma “clase política” que la mantenga pobre, reprimida, azuzada, mal educada e inculta.

Pensar en esa opinión, me hace recordar aquella historia del elefante de circo que no es capaz de liberarse, a pesar de que solo está detenido por una cadena amarrada a una estaca clavada en el suelo, porque lo han tenido así desde pequeño, cuando efectivamente no podía soltarse.

¿Qué es lo que le da poder a la “clase política”?

Gene Sharp, en su obra Poder y resistencia, señala que: “El poder político es la capacidad de controlar la conducta de otros directa o indirectamente”. En su análisis de las fuentes del poder, concluye que los gobernantes nunca tienen poder por si mismos, sino que todo el poder se les concede desde el exterior, por la sociedad, en la medida que esta obedece las órdenes del que asume el papel de líder. En consecuencia, si los sujetos que integran una sociedad se niegan a obedecer, los gobernantes se quedan sin poder.

Una “clase política” podrá mantener “secuestrada” a una la sociedad, hasta que esa sociedad se niegue a seguir raptada. Pero, no siempre obedecer implica un “secuestro”. El secreto está en saber a quién se obedece y tener claras las razones para hacerlo. Una sociedad en la que no se lo otorga poder político a nadie, cae en la anarquía.

Afirma Sharp que “el que conoce las razones de la obediencia, conoce la naturaleza íntima del poder”. En ese sentido, la construcción de una sociedad diferente va de la mano con la decisión consciente de esa sociedad sobre a quien debe obedecer y a quien no.

En México, sin lugar a dudas, la sociedad va creciendo en conocimiento y conciencia. No podemos negar que la madurez política de nuestro país es sustancialmente diferente hoy a la que se tenía, por ejemplo, a principios de los años 80´s del siglo pasado. Sin embargo, aún hay mucho por hacer. 

Transformar la sociedad requiere de trabajo y compromiso, pero se puede, ¡claro que se puede!


7 comentarios:

Felipe de J. Zamora Castro dijo...

Pensando en los elefantes, recordé la historia de Hildra. (Ver http://fzamorac.blogspot.com/2009/01/correr-sin-rumbo.html).
Puede ser la historia de las revoluciones. Correr sin rumbo, hasta llegar a la anarquía.
Queremos cambiar a la sociedad, sí. Pero debemos tener claro hacia dónde queremos llevarla.

Anónimo dijo...

Felipe Zamora,
Me da un tremendo agrado saber que te animaste a escribir tu siguiente post. Disculpa mi respuesta un poco tardada, aunque espero tenga bastante contenido.
Antes que todo, deseo comentarte que realmente esperaba que tu post se enfocara más en la realidad política de nuestro país, en el contexto socio-político de México, más que analizarla desde la mera perspectiva teórica del ‘Poder político’. Creo que es más atinado que se hable sobre la construcción de una sociedad distinta en México desde la visión de tu partido o tuya, lo que HOY están haciendo por lograr una ‘patria ordenada y generosa’, más que explicar las fuentes del ‘poder político’. Esto me huele más a evadir que a enfrentar las realidades.
Primeramente, hablemos de las teorías de Gene Sharp. Creo que utilizaste un ejemplo equivocado para ilustrar tu idea, aquí te diré porqué.
a) Me parece un tanto arriesgado hablar de las teorías de Gene Sharp para señalar que el pueblo de México no es un ‘elefante atado a su pata’. Creo que de todo de lo que has escrito, asumes muchas cuestiones como ciertas y aceptas tácitamente algunas otras. Primero, que México se encuentra en un Estado autoritario o represor y, segundo, que es necesario cambiar esto por las vías no violentas. ¿Es así? Ahora, ¿es México un elefante atado a su pata? Creo que asumir esa postura es olvidar la historia rica en intentos por deselefantizarse por parte de un pueblo que ha sufrido por cambiar su propio entorno político-social. Lógicamente, México no es un elefante que ha asumido desde la infancia que su vida es estar atado, pero ¿qué SI es México? Utilizando el ejemplo del elefante, ¿qué sucedería si éste elefante después de intentos por liberarse, ha sido castigado, hostigado, golpeado y hasta herido físicamente? ¿Qué recursos le queda a éste elefante para ‘liberarse’, frente a unos ‘dueños’ que no entienden que la función depende de ese elefante para ‘comer’? Ahondando en el ejemplo, ¿Cuál es el futuro de un elefante que quiere liberarse y a cada intento los castigos son más severos? Dime Felipe, como panista ¿qué hiciste cuando en Oaxaca murieron varios oaxaqueños al protestar en contra de un pseudo-gobernador criminal? o mejor, ¿Qué hiciste cuando escuchaste que un día miles de mexicanos solicitaron en todo México el recuento de boletas electorales en un día de julio del 2006? ¿Qué harás ahora que te enfrentas ante un importantísimo proceso electoral en donde el fantasma del PRI corrupto, asesino, sucio, etc., está a punto de volver a esa posición política que siempre lucharon TUS antepasados por quitarle? Difícil ¿no? Y muchísimo más difícil es la posibilidad y la línea que le otorgan a ese México que no eres tú ni tu partido, para liberarse de esa clase política perniciosa que hoy dice ser el dueño y amo de México.
b) Gene Sharp es un teórico de los medios no violentos para la ‘liberación’ de una sociedad, y habla que una sociedad es quien detenta el poder político, dentro de un estado un tanto ‘autoritario’. Para conocer un poco más de esta teoría, es importante hablar de su modelo donde obtuvo su teoría: Ghandi. Te recomiendo lo que habla al respecto en éste librito: ‘Waging Nonviolent Struggle: 20th Century Practice and 21st Century Potential’. Ahí, tal como sabes, señala que cualquier gobierno ‘autoritario’ obtiene su poder de la sociedad donde se encuentre. Parcialmente es correcto, pero no del todo. En Estados democráticos es posible, en autoritarios no es así. Básicamente porque el poder ‘político’ de estos gobiernos proviene de su poder militar y de su facilidad por reprimir a los movimientos sociales. Veamos, te voy a hacer una lista muy escueta acerca de algunos intentos, y me dices si la teoría de Sharp es posible en México: Movimientos Universitarios de los 60’s, Plaza de las 3 Culturas 1968, Guerra Sucia de 1972 a los 80’s, Aguas Blancas, Chiapas desde 1994 hasta finales de los 90’s, Michoacán 2005, Edo de México 2005, y Oaxaca 2006. Lo anterior, sin mencionar los ‘intentos’ por tener elecciones ‘democráticas’. ¿Recuerdas lo que sucedió en 1989, 94, y ahora en el 2006? Si los ciudadanos detentáramos el ‘poder político’, ¿no crees que ya tuviésemos un país modelo en América Latina?
c) Históricamente, existe una serie de ejemplos que podríamos citar al respecto. Por una parte, es cierto que en un ‘Estado democrático’ (que no es México) el poder proviene de la sociedad y es ésta quien puede recurrir a éstos medios para retomar el control de su propio gobierno. Ejemplo de esto podría ser los movimientos de los ‘negros’ en USA en los años 60’s, o las grandes protestas en USA durante la guerra de Vietnam, etc. Ambos son ejemplos de la utilización de esto, para conseguir un cambio en su gobierno (no únicamente para derrocarlo). Respecto a los regímenes autoritarios, tú sabes que el poder de un gobierno en muchas ocasiones reside en la milicia o en la capacidad para erradicar a los contrarios. El ejemplo de la India no concuerda con México ni otro país latinoamericano, cuya historia es distinta. Por ejemplo, nuestro sistema político que vivió en los años 60’s, enfrentó una serie de medios no-violentos para la erradicación de un gobierno opresor (pregúntale a tus padres), pero éstos fueron suprimidos atribuyéndoles la existencia de un ‘terrible socialismo’ para que éste gobierno no fuera ‘condenado’. Vamos, vendía la idea que eran ‘rojillos’ para asesinarlos y, así, combatir esos medios no-violentos para cambiar el sistema. Lo mismo sucedió en los años 70’s, 80’s y 90’s, y hasta me atrevo a asegurar que en el 2000 al 2006 también se utilizó la represión y el uso militar o policial para ‘erradicar’ las protestas (como un medio no-violento). Recordemos Michoacán, Estado de México y últimamente Oaxaca. En otras palabras, los mexicanos en lugar de ser escuchados por sus gobiernos, son asesinados o acallados. A diferencia de otras sociedades, se puede modificar el contexto político por medios democráticos SIN necesidad de recurrir a las vías violentas o no-violentas.

De ésta forma, mi estimado Felipe, hace falta ahondar en el debate del actual México. ¿Verdad que es más complejo que asimilarlo a un simple elefante de circo? Sin embargo, me parece más importante e interesante entrar al debate acerca de que es lo que Acción Nacional está construyendo como partido político en nuestro México, ¿no te parece? ¿Porqué no lo hacemos?, al cabo habrá algunos amigos tuyos en línea que te echarán una manita, aún con análisis basados en lo que dictan sus intestinos, ¿juega?
Para empezar, y reconociendo que no eres ‘vocero’ de tu partido político sino un ejemplo viviente de un militante y su conducta en la sociedad, ¿Porqué no nos hablas de tu papel como constructor de un país mejor, más allá de que sea democrático y legal? Partiendo de esto, podríamos hablar acerca de cómo Acción Nacional ha modificado el poder público para generar esa ‘patria ordenada y generosa’ para los mexicanos.
Finalmente, mi estimado Felipe, y aprovechando que seguramente eres la persona más enterada del momento, ¿porqué no nos hablas acerca de las estrategias muy priístas que están a punto de desarrollar tu partido en vistas de las siguientes elecciones federales?. Me he enterado que la democracia en la elección de algunos ‘candidatos’ a Diputados Federales ya es una cuestión del pasado en tu partido, ¿es cierto? No me digas que ahora las listas de los ‘pluris’ van a estar ‘bendecidas’ en lugar de elegidas por los propios militantes!? Por cierto, ¿cuál es tu función como panista y como miembro de dicha comisión ahora que algunos ‘líderes’ dentro de tu partido ya están dando línea (y desde el mismísmo CEN) acerca de a quienes quieren de diputados en el 2009? Ay Felipe, ¡eso si es un terror para México!. Imagínate que seguiremos manteniendo a los mismos panistas amigos, hijos, cuates e incondicionales del mismo grupito de siempre. Vaya, la democracia nunca estuvo en la mesa de tu partido, ¿cierto?
Recibe saludos mi muy estimado amigo,
Anónimo Uno

P.D. Acerca de las revoluciones, bueno, ya hablaremos de ellas y como correr con rumbo, solo que te hace falta desarrollar más tus ideas.

Anónimo dijo...

Estimadísimo amigo mío,
Primero que nada, no esperaba una grosería de tu parte. Tu servidor y amigo, únicamente pretende que intercambiemos ideas de la forma más civilizada posible, respondiendo a las preguntas como caballeros, así como si realmente estuviéramos viviendo una vida plena llena de valores, ética y, sobre todo, educación. No es para que digas que te importa poco si satisfaces mis expectativas. La divergencia de opiniones no es un elemento que nos deba llevar forzosamente a la grosería Felipe, sino al raciocinio, a la construcción. Por lo tanto, te puedo aconsejar (porque además te considero un estupendo amigo) que no tires a la borda mis recomendaciones, que en esta ocasión es muy simple (y que también es up to you): es más interesante observar la realidad en el contexto de México, que analizar las teorías que se han hecho en torno a otros ejemplos.

Ahora, ¿porqué te digo lo anterior?, sencillamente porque las teorías son un modelo, susceptibles a errores y que no pueden/deben encuadrar siempre en otros ejemplos. Cuando hablas de esos movimientos de resistencia pacífica, no sé si te refieras a 1880 o a 1980 (por lo que dices del siglo pasado). Si te refieres a los movimientos que lograron la izquierda y el Maquío (porque el PAN se deslindó del Maquío cuando conformó su gabinete alterno) a finales de los 80’s, te doy la razón parcialmente. ¿Porqué?, simplemente porque se logró acotar el poder perverso del PRI. Pero, ¿se logró algo más? NO.

a) Se tuvo la impresión de ingresar a un ‘Estado democrático’, pero a la vuelta de la esquina el PAN se convirtió en una copia ‘chafa’ del PRI en términos de elecciones limpias e inobjetables.

b) Los grupos políticos de los 80’s, son los mismos que siguen hoy en día ‘comandando’ todo en nuestro país. Hoy vemos a un Salinas más activo políticamente que en la mismísima época de Zedillo, por ejemplo.

c) La sociedad sigue siendo un espectro. Si vas y te manifiestas pacíficamente en cualquier lugar, los actores políticos ni te ven ni te escuchan. Es más, peor aún, te califican como perredista o amloísta.

d) Seguimos sin tener la potestad para cambiar nuestro régimen político, es más, no tenemos ni la capacidad como ciudadanos de deponer a los funcionarios o a nuestros propios representantes cuando no cumplen con los objetivos ENCOMENDADOS (que no es lo mismo que sus objetivos personales).

e) Se ha reducido la posibilidad de que evolucionemos en materia electoral. Un ciudadano común no puede ser candidato, por ejemplo. Es más, hasta un simple militante de Acción Nacional no puede llegar a ser candidato por su propio partido si no es del grupo de X, Y o Z, y además si no trae la ‘bendición’ papal de nuestra excelentísimo Papa Germán Mtz. y su papito Felipe Calderón.

f) Los legisladores siguen siendo los mismos títeres de siempre. Si Felipe (Calderón) envía una iniciativa aún en contra de las opiniones de los mismos panistas legisladores, ésta tiene que ser aprobada ‘aiga sido como aiga sido’, o al menos votada a favor por estos. No tienen iniciativa propia, sino lo que diga Felipe, como si existiera una férrea competencia para saber quién es más obediente, y no sobre quién es más capaz o racional.

g) Sigue existiendo una profunda corrupción a todos los niveles de la Administración Pública. Los más repulsivos es a nivel municipal, donde los mismos blanquiazules son los artífices de tremendas corruptelas que los deja cada día más millonarios. Vaya, no hace falta ir a pedirle al narco para sus candidaturas, cuando se llenan los bolsillos con otras triquiñuelas ya bien conocidas.

Bajo este escenario, Felipe, si un ciudadano protesta, si 100, si 1000, si 1,000,000, o si todos protestamos, nada sucede. ¿Recuerdas la marcha contra la inseguridad orquestada por los mismos panistas? Quizá hasta tú hayas marchado. Pero, ¿que se obtuvo de ella?, ¿Mayor seguridad?
Hablando de Resistencia Civil y Pacífica, dime Felipe ¿que se obtuvo de lo que sucedió en los días que iniciaron en julio del 2006? Yo recuerdo que fuimos tantos mexicanos los que exigíamos el recuento de boletas y que no éramos perredistas. Es más, dentro de las mismas filas del panismo se rumoraba la necesidad del recuento. Claro, esto nunca llegó. Según la teoría de la resistencia no-violenta, se agotaron las instancias de ésta y nunca se logró un cambio. ¿Hasta donde quería el PAN que ésta resistencia llegara? ¿Por qué olvidaron precisamente sus principios? ¿Por qué hubo tanto mutismo de políticos panistas destacados en torno a la democratización de nuestro México y su construcción? ¿Cuál fue tu aportación en la construcción de una sociedad más democrática? Lógicamente las teorías de Gene Sharp se agotan y no tiene espacio en la política real de México, los usurpadores del derecho de decidir, se han auto otorgado la facultad de gobernar por nosotros y por nuestras futuras generaciones. El Estado de Derecho no puede construirse en México mientras se siga teniendo a una clase o a un grupo VIP, a quienes eso represente únicamente el argumento para imponer una la barrera que impida modificar nuestro entorno socio-político. En otras palabras, se ha convertido las palabras ‘legalidad, democracia y estado de derecho’ en pretextos baratos para evitar el cambio inminente de nuestro ya caduco sistema político. Nuestra lucha, ya no puede seguir siendo la de la vía pacífica, pues así no entiende ésta clase política, ¿sugieres alguna otra? ¿Acaso los panistas quieren que lleguemos a una segunda revolución para aceptar que los ciudadanos tenemos la facultad de cambiar nuestro sistema político?

Sé que al igual que siempre, evitarás en la medida de lo posible todas mis preguntas. No importa, dejémoslo a la posteridad estas ideas y esos espacios en blanco, quizá un día tus hijos y/o tus nietos juzguen esas respuestas que nunca tuviste.

Saludos, y un fraternal abrazo.

Felipe de J. Zamora Castro dijo...

Me gustaría decir que lamento no poder complacer las expectativas de “Anónimo Uno”, pero lo cierto es que esa situación ni me apena ni me acongoja. Nunca ha sido la intención de las entradas que publico en el blog, la de satisfacer a alguien. Habrá a quién le gusten y les parezcan bien, mientras que otros opinarán que son políticamente incorrectas. Simplemente se trata del ejercicio de mi derecho de decir lo que quiera y como mejor me parezca, pero siempre tratando de respetar la dignidad de aquellos que no piensan como yo. Si no trato todos los temas que quisiera, se debe a la simple razón de que es materialmente imposible abarcar todo. No hay ninguna intención de evadir nada. Me corresponde marcar el rumbo de este espacio. Voy por donde quiero y como quiero. Soy el único responsable de lo que se publica en las entradas y acepto los comentarios que se hacen, cuando a mi parecer, no son groseros ni ofensivos. Hasta hoy, se han publicado todos los comentarios, salvo en los que se ha expresado un deseo en contrario.
Una vez reiterado lo anterior, vamos a los comentarios. Tanto los gobiernos autoritarios como democráticos tienen poder político porque lo reciben de la sociedad. Aunque efectivamente, hay diferencias. En un gobierno democrático, el poder se otorga por voluntad plena y existen reglas claras para refrendar o retirar ese poder. No podemos negar que siempre habrá la tentación de coptar las voluntades, mediante el miedo, la compra de las mismas, o lo que se nos ocurra. Un gobierno será autoritario, en la medida que es capaz de mermar la fuerza de la voluntad y en consecuencia alcanza la capacidad de imponer arbitrariamente sus “reglas”.
No obstante lo anterior, en los gobiernos autoritarios la voluntad de la sociedad allí sigue, siempre con la capacidad de recomponerse.
Aún el gobierno más autoritario puede ser derrocado, y eso se puede lograr por la vía No Violenta, cuando la sociedad logra identificar la fuente del poder y organizarse.
En México, la lucha política no violenta ha rendido frutos. Recordemos los movimientos del RECAP (Resistencia Civil Activa y Pacífica) de los años 80’s del siglo pasado. Sin duda, fueron elementos importantes para la democracia mexicana, que aún estamos construyendo y fortaleciendo.
Quiero resaltar que la lucha política no violenta también puede servir para defender gobiernos democráticos legítimos y no solamente para derrocar a los autoritarios.

Felipe de J. Zamora Castro dijo...

Pido una disculpa a "Anónimo Uno" por el. tono de mi comentario anterior. De ninguna manera pretendía que se tomara como una grosería. Sin embargo, reitero el sentido de lo dicho.
Como ya había dicho en otro comentario a una entrada anterior, espero que sobre la marcha se vayan comentando muchos de los temas que se proponen.
Con calma y nos amanecemos...

Anónimo dijo...

Felipe,

Te acepto las disculpas, sé que pueden ser honestas.

Para finalizar, te dejo ésta notita que me parece un tanto interesante, y que encaja perfectamente en el tema. Espero tengas la oportunidad de leerlo.

Saludos y buenos deseos.

http://www.proceso.com.mx/impreso_articulo_libre.php?articulo=146574

Anónimo dijo...

Estimado Felipe,

Veo con angustia que mi link ha cambiado, aquí te agrego el texto completo. Así no tendrás que buscar en la revisa proceso a que me refería. Una disculpa por no hacerlo antes.

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El cinismo corporativista de Acción Nacional
MIGUEL ÁNGEL GRANADOS CHAPA
En Nuevo León el consejo estatal del PAN está “explorando” una posible alianza con el Panal, el partido de Elba Esther Gordillo. Tres de los cuatro precandidatos al gobierno del estado están gozosamente de acuerdo con ese vínculo, del que esperan ser beneficiarios. Disintió uno solo de ellos, y el abanderado panista en la contienda anterior, que fue derrotado por el del PRI, se escandalizó por la unión electoral de su partido con la dirigente magisterial, a la que describió en términos crudos, tanto que el líder del Panal condicionó el nexo que se explora a que deje de insultarse a su jefa (que no tiene cargo alguno en ese partido y quizá tampoco milita en él, aunque sea de su propiedad).
De consumarse la unión, los dos partidos saldrían ganando. A Acción Nacional no le caerán mal decenas de miles de votos para recuperar la gubernatura, que ya ganó hace doce años, y el Panal se aseguraría posiciones que quizá no obtendría librado a su sola fuerza. Pretende que el PAN le garantice dos diputaciones locales, una alcaldía y dos docenas de regidurías en varios municipios. Hace tres años, en su debut comicial, el partido de Gordillo no alcanzó ninguna posición ejecutiva y sólo obtuvo dos curules, por la vía de representación proporcional, que es el mínimo que busca mantener ahora.
En el planteamiento de esa eventual alianza, el PAN neoleonés ha razonado con claridad lógica pero con perjuicio de su ética política. Calcula que el voto magisterial le permitirá volver a gobernar esa entidad. Da por sentado que el Panal es el brazo electoral del SNTE, y no sólo no le importa sino que apetece que esa fuerza sea ejercida a su favor. Esa pragmática posición es sólo una muestra más de que el partido blanquiazul padece una fascinación por el corporativismo que antaño detestó. O dijo detestar, porque ahora hay que preguntarse por la sinceridad de los principios panistas, que era posible honrar cuando no había posibilidad de deshonrarlos. Pero en cuanto la hubo fueron rotos fácilmente.
Uno de los móviles para la fundación del PAN fue precisamente la denuncia del corporativismo. El presidente Cárdenas, para desarrollar su política de masas, las organizó. Bajo el control del PNR primero y del PRM después, fueron creadas poderosas centrales, una campesina y otra obrera, la CNC y la CTM. Esas agrupaciones fueron escarnecidas por la crítica panista, que decía ver en ellas una esencial falta de respeto a la libertad personal en aras de un colectivismo tramposo.
Al paso de los años, y en cuanto llegó al poder, el PAN se ha beneficiado de ese colectivismo tramposo, del corporativismo que era una de sus bestias negras. Lo hace al menos de dos maneras. Por un lado, se ha avenido con las propias organizaciones priistas, a las que dejó de ver defectuosas y viciadas para encontrarles virtudes al grado de compartir con ellas el poder. Por otra parte, ha buscado crear sus propias corporaciones. Ese es el caso de la Confederación Sindical Mexicana (CSM) y de la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social, un largo nombre ideado para que su acrónimo sea significativo: Unamos.
Ambas agrupaciones fueron creadas desde el gobierno. Sin recato alguno, el director del Fondo Nacional de Apoyo para las Empresas Sociales (Fonaes), ubicado en la Secretaría de Desarrollo Social, se convirtió en junio de 2004 en dirigente de Unamos, cuya planta fundadora estuvo integrada por grupos a los que el propio Fonaes patrocinó. Ese líder postizo, Javier López Macías, tuvo al menos un rapto de sinceridad cuando afirmó, en su discurso inaugural, que “el gobierno va a hacer el cambio de arriba hacia abajo”.
Al recibir a los dirigentes de la Alianza Sindical Mexicana (precedente inmediato de la CSM), el presidente Vicente Fox se refirió a la tradición sindical de las agrupaciones reunidas en la nueva central. Se refería a los sindicatos propatronales que el sector privado de Monterrey organizó en los años treinta para evitar que los trabajadores de sus empresas fueran absorbidos por el sindicalismo oficial. La Federación Nacional de Sindicatos Independientes dio así pie a la Alianza favorecida por la Secretaría del Trabajo, entonces todavía bajo el mando de Carlos Abascal. Su sucesor, Francisco Xavier Salazar, fue un activista del nuevo corporativismo: amén de inventar un líder minero para sumarlo a este propósito, alentó una escisión en la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y el grupo disidente se adhirió a la alianza para constituir la Confederación Sindical Mexicana, a la que la Secretaría del Trabajo de la actual administración trata con delicadas deferencias, en contraste con el trato hostil que reserva a las organizaciones que no le son gratas.
No son redundantes, cumplen sus propios propósitos, pero no hubiera hecho falta que el PAN en el poder organizara su propio corporativismo. Su idilio con el que sirvió de puntal al régimen autoritario que presuntamente sería desmantelado tan pronto se instaurara la democracia panista es tan ardiente que ha permitido olvidar a casi todos los panistas la naturaleza que atribuyeron a los nuevos socios de su partido. Todavía en la elección de 2000 trabajadores petroleros panistas sufrieron castigo por su oposición al liderazgo del sindicato de Pemex, que precisamente ese año intermediaba para llevar a la campaña presidencial priista quinientos millones de pesos, parte de una cantidad mayor recibida de la dirección de la empresa pública. Poco después, el gobierno abandonó a esa militancia opositora y anudó su lazo con Carlos Romero Deschamps, que se volvió foxista y hoy está a partir un piñón con el nuevo gobierno, que sigue engrosando las cuentas bancarias del comité nacional y de su líder y le aseguró que sus privilegios no serán disminuidos en la organización de la industria que surja de la reforma aprobada el año pasado.
Ese trato complicitario entre el presidente Calderón y el sindicato petrolero se extiende a las otras agrupaciones obreras del corporativismo priista: los electricistas y los ferrocarrileros, los azucareros y los trabajadores de la radiodifusión, la CTM y el Congreso del Trabajo ven en el Ejecutivo a un jefe, ni siquiera un compañero, tal como vieron a los presidentes priistas en el arreglo satisfactorio para todos (menos para los asalariados) que caracterizó al régimen autoritario presidencialista.
El punto más alto del más que pragmático, cínico avenimiento del partido de la gente decente con el corporativismo de la gente que no lo es (según dictamen de los propios panistas) es el que une a Calderón con Elba Esther Gordillo. Ella lo ha apoyado desde la elección interna por la candidatura presidencial panista y, de varios modos, abierta y solapadamente, contribuyó a su llegada a la Presidencia. El pago explícito por ese invaluable servicio ha sido ceder una parcela de poder a la dirigente magisterial, que cada vez que puede ensancha su territorio a partir de pactos como el que está gestándose en Nuevo León y los que ya operaron en Guanajuato y Baja California. El abandono de los principios panistas en ese campo incluye tolerar a su voluble aliada el que se coaligue, cuando así conviene a su interés, con el propio PRI que echó de sus filas a la lideresa.
Cae más pronto un hablador que un cojo, reza un refrán que denuncia la incongruencia de un predicador. Así ha caído el PAN.

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Gracias. Espero pronto comentes al respecto.

Tu amigo,

Anónimo Uno